Si quieres conocer los mejores y peores momentos de la vida del diseñador de moda francés Yves Saint Laurent, no te pierdas la película dirigida por Jalil Lespert e interpretada por Pierre Niney y Guillaume Gallienne, entre otros actores. La vida de un gran innovador de la alta costura. Un GENIO.
Yves Saint Laurent, nacido en 1936 en Orán (Argelia), entonces colonia francesa, en el seno de una familia rica, y fallecido en París, en 2008: un grande entre los grandes.
En 2014 se han hecho dos películas sobre él y estoy deseando ver cuanto antes la otra versión del director Bertrand Bonello.
En esta película se hace un recorrido por la trayectoria personal y profesional de Yves Saint Laurent desde los inicios de su carrera en 1957 como asistente de Christian Dior, con 19 años, hasta su aclamado desfile del Ballet Russes en 1976 . Sus obsesiones y adicciones. Su fragilidad. En general «una vida personal desenfocada» que nos dice mucho cómo es él. Y es que todos tenemos nuestras luces y sombras. Las luces se transformaban en sombras fuera de los brillos de las pasarelas y de su taller creativo.
Bucear en su propia oscuridad: drogas, alcohol, somníferos, tranquilizantes… me plantea que fuera precisamente un cáncer cerebral lo que le causó la muerte a los 71 años.
Según Einstein: «La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura».
En la película se ha destacado la humildad y timidez de un hombre apasionado por su trabajo. Precoz y pionero. Un revolucionario del mundo de la moda y que fuera de este ámbito se sentía perdido «no sé hacer nada» (frase de la película). El miedo a no triunfar, a equivocarse y a cometer errores le acompañaron siempre.
Dicen los expertos que asumir el fracaso es un paso necesario si se desea alcanzar el éxito. Muchas veces, las causas de esta fobia pueden derivar de padres muy exigentes durante la infancia o por haber sufrido alguna humillación o rechazo. Yves Saint Laurent en el colegio sufrió las burlas de sus compañeros que le llamaban “marica», que era como ser criminal, reconoce él mismo en la película. Siempre me he preguntado ¿por qué algunos niños nacen tan crueles?…
En esta película vemos la relación sentimental y profesional con su socio y mentor Pierre Bergé. Hasta cuando se acaba el amor entre ellos mantienen la amistad. “El hombre de mi vida” dice Yves Saint Laurent sobre él. Vivieron juntos 50 años con múltiples infidelidades por ambas partes.
El parecido físico de los actores Pierre Niney y Guillaume Galliene con Yves Saint Laurent y Pierre Bergé, respectivamente, es asombroso.
Antes de su muerte, aunque ya no vivían juntos porque Bergé lo abandonó, tuvo lugar una unión civil por cuestiones de herencia. Bergé era quien dirigía y movía los hilos de todo.
“El talento lo tienes, del resto me ocupo yo”, le dice Bergé a Yves Saint Laurent en el film, para que os hagáis una idea de la importancia de esta unión en su vida laboral y personal. Un Bergé autoritario, posesivo y tremendamente audaz. Un hombre experto en los negocios. Así nos lo muestra esta película.
Yves Saint Laurent amaba la belleza como nadie, le encantaba rodearse de obras de arte por lo que reunió una importante colección. Precisamente, la película arranca con la subasta de esta colección de arte en Christie’s Paris después de su muerte, lo que da lugar a un flashback de su vida. Pierre Bergé es el narrador del filme, que ha dado el visto bueno a esta película y ha cedido parte del vestuario a través de su Fundación.
“Se nace con el instinto de la belleza -según el diseñador-, nadie te lo enseña en el Instituto, vengas de donde vengas” (frase de la película). En este sentido, me ha hecho gracia saber su obsesión por el pelo y que su peor desdicha era quedarse calvo.
Ambientado en una época en la que Argelia estaba en guerra vemos la evolución de la sociedad y de la moda en los años 50, 60 y 70. Yves Saint Laurent emprendía colecciones de lo más variadas, con estilos diferentes, eso dice mucho de que era un artista altamente creativo y no le gustaba nada repetirse a sí mismo. Más rompedor e innovador, imposible.
En esta mirada biográfica me ha llamado la atención cómo plasmaba con maestría las ideas que tenía en la cabeza con sus dibujos y el modo en que rompía las telas y cómo las colocaba sobre las modelos, entonces llamadas “maniquíes”, dándoles forma frente a un espejo.
“Dibujo para no oír al silencio”, dice Yves Saint Laurent en la película. Hay personas que ponen la tele para no estar en silencio pero poner en práctica tus habilidades es otra opción, sin duda, más productiva.
En la película de Jalil Lespert se pueden apreciar elegantes creaciones y espectaculares trajes de noche y novia. Perfección en sus creaciones. Cabe destacar que Elisabeth Taylor se casó con Richard Burton con un vestido suyo. También, diseñó en 1971 el vestido de boda de Bianca Jagger, una falda y chaqueta de esmoquin blanco, acompañado de una pamela y flores con tul, que ha quedado como uno de los vestidos de novia icónicos de todos los tiempos.
Bianca en su boda con Mick Jagger con un dos piezas de Yves Saint Laurent
Yves Saint Laurent, en 1957, con apenas 19 años, fue contratado por Dior, que vio enseguida su enorme talento. Se convirtió en su mano derecha pero ese mismo año Dior falleció repentinamente de un infarto. Así es el misterio de la muerte. No sabemos ni el día, ni la hora, ni el lugar…
Ello le obligó, con tan solo 21 años, a dirigir la casa de alta costura más importante de Francia. Prolongó el estilo New Look acuñado por Dior y consiguió deslumbrar con la primera colección que dejó una profunda marca en la historia, en la que instauró la línea trapecio (Line Trapeze), en 1958. Sus diseños no dejaban indiferentes a los críticos. Yves Saint Laurent, de carácter transgresor, quería romper las líneas rígidas y clásicas de Dior.
Vestido de Línea Trapecio de YSL
Su carrera se interrumpió en 1960, cuando fue llamado a cumplir el servicio militar obligatorio, coincidiendo con la Guerra de Independencia de Argelia, su país natal. Anteriormente, la había eludido gracias a Marcel Boussac, propietario de Dior, pero todo dio un giro inesperado porque éste para prescindir de YSL, hizo que le llamasen a filas de nuevo. En Dior le sustituye Marc Bohan, asistente de Yves Saint Laurent, más del agrado de Marcel.
Estas circunstancias hicieron que sufriera un ataque nervioso por lo que estuvo ingresado en un hospital psiquiátrico militar y le diagnosticaron un estado maníaco-depresivo. ¿Es acaso la enfermedad de los genios?… He de añadir que tuvo más recaídas e ingresos en hospitales.
Demandó por daños morales a la empresa Dior y con el dinero recibido de la indemnización y el de de un millonario de Atlanta, interesado en la moda, abre su propia casa de alta costura, con su inseparable Pierre como cofundador, en 1961.
Yves Saint Laurent es un claro ejemplo de que los reveses en la vida se pueden convertir en nuevas oportunidades. Hay que reinventarse y ser “proactivo” en cualquier época que nos toque vivir, la suerte se tiene o se busca.
Su pasión por el mundo del arte le llevó a crear colecciones con grandes artistas como Piet Mondrian, Picasso, Braque, Vicent Van Goh, con vestidos que reproducían su estética.
En su día afirmó lo siguiente:
“Me he inspirado en un gran número de pintores en mis diseños porque creo que el arte no sólo forma parte de la cultura, sino de la vida y hay que mostrárselo a todo el mundo”
Aunque la película no se centra en este aspecto, para mí sí tiene mucha importancia por tratarse de un blog, fundamentalmente, de arte y moda, por lo que recojo algunas de sus creaciones inspiradas en el arte. Su moda va más allá del diseño de una prenda, no se detiene en el cuerpo.
Supo establecer un bello diálogo entre la pintura y la moda.
El desfile de otoño de 1965 inspirado en el pintor vanguardista holandés Piet Mondrian causó sensación. Esta idea ha sido copiada hasta la extenuación en cualquier clase de objeto.
Con un vestido cóctel rindió homenaje al pintor abstracto ruso Serge Poliakoff:
En 1966 tituló a una de sus colecciones “Pop”. Presentaba su homenaje a Tom Wesselmann, maestro del pop-art americano con un vestido de noche largo.
En las colecciones de 1970 y 1988 homenajeó a Braque.
En el 79 y el 88 rindió tributo a Picasso.
Algunos de sus diseños hacen referencia al arlequín.
Arlequín, 1915. Museo MOMA de Nueva York
En 1988 se inspiró en el pintor holandés impresionista Van Gogh, artista que no vendió ningún cuadro en vida, bueno, así es la vida.
El pintor francés Monet, máximo representante de los impresionistas, fue otro de los artistas homenajeados.
También, los originales y coloristas dibujos de Matisse, representante del fauvismo, influyeron en las creaciones del diseñador francés.
En 1966 incluyó el esmoquin al vestuario femenino, prenda representativa hasta entonces del poder masculino, y luchó por la implantación del pret-á-porter, siendo el primer creador de alta costura que presenta una línea de esta nueva categoría de moda. No quería quedarse encerrado en su torre de marfil. «Abajo el Ritz viva la calle» fue uno de sus lemas.
En 1971, con su colección titulada “Liberación” quiso transmitir los cambios del rol de la mujer en la sociedad. Abogó por la igualdad de sexos y por el reconocimiento de los derechos de la mujer.
Su mayor logro fue, según Chanel, «otorgar una nueva forma de libertad a las mujeres imponiendo un estilo contemporáneo, en el que la inspiración masculina se mezcla con la ultra femenina”.
También fue el primer diseñador que incorporó mujeres de raza negra como modelos en sus desfiles, como Iman Abdulmajid, la mujer de David Bowie.
Las exigencias de producción en alta costura y pret-à-porter, dos colecciones al año de cada categoría, le dejaban extenuado, llegó hasta decir con dolor “estoy solo” (frase de la película).
En su última etapa estuvo salpicado por un escándalo cuando hizo un posado desnudo para promocionar su primer perfume masculino, «Pour Homme by Yves Saint Laurent», algo inusual entonces. Así era él: polémico y creativo.
Yves Saint Laurent tuvo como clientas a mujeres como Laurent Bacall, Grace Kelly, la duquesa de Windsor, Farah Diba, Paloma Picasso y Catherine Deneveu, esta última su musa personal y su icono de estilo.
Algunos críticos no perdonan que Catherine Deneveu no aparezca en esta película. Yo tampoco lo entiendo.
Por otra parte, Carla Bruni, la esposa de Nicolás Sarkozy, trabajó como modelo durante muchos años para su firma.
No obstante, la película se centra en tres de sus musas en las pasarelas, como Victoire Doutreleau (Charlotte Le Bon), Loulou de la Falaise (Laura Smet) y Betty Catroux (Marie de Villepin). De las tres, Victorie Doutreleau es la que llegó a ocupar mucho espacio en la vida entre él y Bergé.
Yves Saint Laurent decía » mis heroínas son mis modelos».
En la película me encantan las imágenes que salen del palacete que tenía en Marrakech en Marruecos, con su vistoso color azul, país que le sirvió como inspiración junto a otros más lejanos. El exotismo es un rasgo de su personalidad y está presente en muchas de sus colecciones. Por poner un ejemplo, en 1976, hizo una colección como homenaje a Marrakech.
Actualmente, el jardín Majorelle es una de las atracciones turísticas más importantes de Marrakech. Fue creado en 1924 por el pintor francés Jacques Majorelle. En 1980, Yves Saint Laurent y Pierre Bergé adquirieron esa vivienda, rebautizada «Villa Oasis», y cuando el diseñador falleció sus cenizas fueron esparcidas en el jardín de rosas de esta villa.
Yves Saint Laurent dijo:
«Durante muchos años encontré en el jardín Majorelle una fuente inagotable de inspiración y, a menudo, soñaba con colores que son únicos».
Cabe destacar en 1976 su mítico desfile inspirado en la Ópera y el Ballet Russes con grandes dosis de exotismo, que pone broche final a esta película.
Yves Saint Laurent se retiró del diseño de moda y de las pasarelas en 2002.
Llegó a tener más de 500 licencias entre ropa, perfumes, cosmética y complementos en tiendas de todo el mundo.
Su estación favorita era la primavera. Lo dejó ver con la sensual actriz francesa Laeticia Casta que apenas cubría su cuerpo con un traje de novia bordado con rosas «rosas» que cerró el desfile de Alta Costura de la colección primavera-verano 1999, un divertido guiño a esta estación mágica. ¡Ah!, esta escena no sale en la película, ¿eh?. Con la moda de Yves Saint Laurent todo menos aburrirse pero con estilo, clase y elegancia.
Algunas de sus frases:
“Con los años he aprendido que lo más importante en un vestido es la mujer que lo lleva puesto”.
“Un buen diseño puede soportar la moda de 10 años”
“Lo único que lamento es no haber inventado el pantalón vaquero”
«La prenda más bella que una mujer puede vestir son los brazos de un hombre que la ama. Para las que no hayáis encontrado esa felicidad, estoy yo»
Yves Saint Laurent ha sido el primer diseñador vivo al que se le ha dedicado una exposición retrospectiva en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York (en 1983). Hoy en día sus piezas de moda están presentes en los mejores museos del mundo.
Desde aquí expreso mi profunda y enorme admiración a este ARTISTA, que es lo que es, uno de los grandes de la Alta Costura. Le avalan 40 años como director y cofundador de su propia marca YSL. Su creatividad y talento apuntaban alto.
«Por encima de todo siempre he puesto el respeto a este oficio, que no es completamente un arte pero que precisa de un artista para existir»
Yves Saint Laurent
Me gusta mucho tu blog y lo voy a seguir. Espero tu nuevo post.
Pilar ¡¡Cuánto me alegro de que te guste el blog!! El siguiente post lo cuelgo mañana y va de decoración de interiores con mucho, mucho ARTE. Gracias por seguirme 😉