Es un doble regalo visitar la exposición del artista gráfico Escher (Países Bajos, 1898-1972), en Madrid, y el Palacio de Gaviria, edificio que la acoge. Una sinergia muy potente. Brilla más que nunca Escher en este espacio, situado en la Calle Arenal nº 9 -cerca de la Puerta del Sol- una de las joyas arquitectónicos de la capital, que tras varios años cerrado abre de nuevo sus puertas. En 1977, fue declarado Bien de Interés Cultural.
Una muestra que se podrá visitar hasta el 25 de junio y da mucha información de la trayectoria de Escher y de sus influencias. Está compuesta de 200 obras del visionario holandés, cuyas creaciones han influenciado a científicos, diseñadores y artistas.
Cada obra es para recrearse un tiempo por cada detalle microscópico, como la del Bosco, otro genio visionario de su altura, con una obra muy personal y atemporal. Dos genios creativos del surrealismo.
En la exposición hay una magia que es indiscutible, con muchos espejos de fondo y la multiplicación de la imagen, o figuras geométricas volumétricas, que manipulan nuestra percepción, como si fueran a llevarte al fondo del abismo.
En dos vídeos diferentes y creo que divertidos, veis un marco que da juego al «postureo» e interactividad con la obra.
https://youtu.be/a_BfviaRnsc
Perspectivas imposibles
La sorpresa, para mí, de esta exposición ha sido ver distintos diseños de ropa influenciados por las figuras de Escher, como Alexander McQueen y Chanel.
No solo diseños de moda, sino que vídeojuegos (Echochrome o Monument Valley), películas (Inception, Tron o Dentro del Laberinto), portadas de discos, spots publicitarios… han bebido de sus diseños.
La retrospectiva de Escher es una de las exposiciones de 2017 que ha tenido una gran acogida entre el público internacional con cientos de miles de visitas. A mí me tocó esperar alrededor de una hora en la cola de un sábado. Todo lo que fuera necesario para ver esta sorprendente exposición y el Palacio de Gaviria, palacete del siglo XIX.
La exposición incluye algunas de las obras maestras como “Mano con esfera reflectante”, “Casa de Escaleras” y “Belvedere”.
«Mano con esfera reflectante», obra de Escher en la que incluye su autorretrato
En la obra «Casa de Escaleras», en un mismo tramo de escalera dos personas, colocadas en el mismo sentido de marcha, una sube y la otra baja
En su obra «Belvedere», una extraña construcción tiene columnas a la vez delante y detrás
Esta selección de piezas permite profundizar la trayectoria de Escher, artista del grabado, intelectual y matemático, cuyas obras han repercutido en la cultura colectiva durante siglos. Para algunos, poco conocido, para los matemáticos muy popular por ser un genio de la perspectiva y la geometría.
La exposición incluye talleres educativos que contribuyen a que los visitantes, de todas las edades, comprendan su enigmático universo y su verdadera dimensión artística: fantástica e inédita.
La muestra -producida y organizada por Arthemisia en colaboración con The M.C. Escher Foundation-, está comisariada por Mark Veldhuysen , director general de M.C. Escher Foundation, y Federico Giudiceandrea, coleccionista italiano y experto en la figura del artista.
Gran acogida y rotundo éxito por parte del público, al igual que en otras ciudades donde se ha visto anteriormente, como Milán o Roma.
Obra personal y reconocible, un pop fascinante y agradable que no necesita raudales de conocimientos de arte o diseño. Los enigmas o puzles visuales de Escher encierran su solución a la vista, y, por eso, no requieren mucho esfuerzo mental y son más satisfactorios.
Inquietantes parajes y universos retorcidos. Desde sus escaleras sin principio ni fin, pasando por sus esferas hasta sus juegos de luz: un profundo repaso a la influyente obra del artista holandés.
Admiración, atracción, enamoramiento hacia Escher conforme vas pasando de sala en sala, lo mejor se va intensificando progresivamente hasta el final, con unos grabados con colores muy frescos e intensos.
Con 24 años, en 1922, hizo un viaje por Italia y España que le marcaría profundamente. La Alhambra de Granada tuvo una relevante influencia en su obra. Sus mosaicos y otros motivos ornamentales cautivaron a Escher que desafió al islamismo incorporando dibujos de personas y animales, algo prohibido para los musulmanes.
Huye de la Italia fascista de Mussolini y se traslada a Suiza, primero, y luego a otros países. No le interesaba la política y quería que su obra no tuviera ningún mensaje político o social. Escher se recrea tan solo en la estética o fuerza visual, de ahí su atemporalidad
Aprender siempre es mi lema; visitar exposiciones te ayuda a tener un pensamiento crítico con tu entorno y contigo mismo para evolucionar, transformarse e inspirarse para tu trabajo. No os perdáis la exposición de Escher en Madrid, os sorprenderá. Nos ha dejado un legado que se ha mantenido vivo y actual hasta nuestro días.