El desfile de Agatha Ruiz de la Prada en MBFWMadrid 2018 ha generado el suficiente ruido para reflejarlo en un post, tanto para hacer un análisis de la puesta en escena como para comentar su nueva colección otoño-invierno 2019, en la que conviven prendas de estilo casual -prácticas pero con un toque divertido-, junto con los volúmenes, el color y la magia de los vestidos de cóctel. Ha sabido sintonizar varios estilos diferentes con una mirada a Yves Saint Laurent, una gran inspiración para ella, después de Balenciaga.
La escenografía del desfile de Agatha con la bandera española como pasarela, el himno nacional, y una modelo luciéndola como vestido provocaron que los asistentes se pusieran de pie y aplaudieran a rabiar. Todo un golpe de efecto sorprendente e inesperado. Me quedé atónita, como el resto de del público, porque no es algo habitual, tiene que ver con la situación política actual, pero también como promoción de la Marca España, doble lectura.
Además dio la casualidad de que yo iba vestida con los colores de la bandera española, no lo sabía ni por asomo, lo cual me pareció una parodia, y eso me hizo reír y más gracia todavía. Asistir a los desfiles de Agatha me hace sentir bien, me levanta el ánimo y cambiar el chip.
Agatha es una mujer que sabe como nadie provocar, transmitir y contagiar emociones en sus colecciones y en sus desfiles. Es una «genia» del marketing, por ello, es la diseñadora española con más licencias de patentes en casi todos los ámbitos. Ha sido galardonada con el Premio Nacional de Diseño de Moda en 2017,
¿Así se hace la Marca España con la bandera? Se preguntan algunos o la intención es que se hable de ella y solo es una mera táctica comercial. Polémica y debate con comentarios. Un vídeo de Agatha de este desfile publicado en mi perfil de Linkedin lo han recomendado casi 500 personas, cifra que sigue aumentando. Hay quien critica a quienes sacan la bandera contra los independentistas de Cataluña y otros, no tanto.
Mi opinión personal es que a Agatha, una mujer tremendamente inteligente, le gusta provocar el efecto WOW y siempre guarda un As de corazones en la manga. Es una mujer de bandera y ha manifestado públicamente que no le divierte el independentismo; ella aboga por la unidad nacional y percibe agresividad entre los nacionalistas. Esta situación, entre otras cuestiones, le llevó a cerrar, en 2015, su querida tienda en Barcelona, ubicada en la calle Consell de Cent, en la confluencia con el Paseo de Gracia.
Mi punto de vista sobre el independentismo es que el ser humano está por encima de la Nación, y en mi vida profesional y personal he aprendido que lo mejor es el trabajo en equipo, la suma de esfuerzos y talentos, que cada uno aporte lo suyo; eso es el poder de la generosidad, no del individualismo y el egoísmo.
Además, opino que la unidad es sinónimo de «Progreso» y el amago de independencia en Cataluña ha supuesto un desastre económico y una fragmentación social catastrófica, incluso entre familias.
La realidad social y política es que los nacionalismos están más arraigados en las zonas rurales que en las grandes ciudades cosmopolitas; un dato que me llama la atención, tanto en Cataluña como en el Reino Unido. Hemos visto con el Brexit, que los ingleses se han cavado su propia tumba al salir de la UE y ha resultado un fiasco económico, por ello, la mayoría desea revertirlo.
La bandera española molesta a muchos, sin embargo, algunas marcas, como la británica Pepe Jeans y la americana Tommy Hilfiger, usan sus banderas como logo, y está bien visto, mientras que la marca Spagnolo se asocia a «pijos». Spagnolo tiene unos diseños de camisas, americanas y pantalones «chapeau» y de calidad. Tengo varias prendas de esta marca.
Insisto, me importa más el individuo que la bandera o el Estado. Me importa más ser ciudadana del mundo que de cualquier país, región o ciudad, y pertenecer a la UE nos hace más fuertes económicamente, y desde el punto de vista del terrorismo internacional es prioritario, dato súper importante que muchos no caen en ello.
La bandera es símbolo de unidad y también de la Marca España, le guste a quien le guste. Así es Agatha, valiente, sin complejos ni prejuicios.
En relación a la colección otoño invierno 2019 de Agatha Ruiz de la Prada, percibo un giro y cambio de rumbo que se vio anteriormente en la colección otoño invierno 2018, más ponible, con líneas más limpias y simples, looks monocolor, y eso también me ha sorprendido para bien. Tejidos, como la pana, terciopelo, plástico, polipiel, algodón… mezclados entre sí.
Agatha es una caja misteriosa llena de sorpresas, y la evolución y la variedad son el mejor ejemplo de creatividad. ¡Y qué no falten las lentejuelas y el espectáculo!