La Galería Álvaro Alcázar se ha trasladado de la calle Castelló 41, en pleno barrio de Salamanca, a la calle Ferrer del Río, 5 (La Guindalera), Madrid, limitando con el barrio de Salamanca; una zona dividida por la Avenida de América, las calles de Francisco Silvela y Alcalá, y por la autovía M-30. Puerta delante o puerta atrás, se cierra una puerta y se abre una ventana llena de creatividad. El éxito está asegurado en esta galería de Arte por su nueva galería, prestigiosas exposiciones y artistas.
La verdad es que no conocía La Guindalera, que está en el mismo centro de la capital; un barrio de Madrid por descubrir, para muchos, con solera y con tendencia a lo cultural, creativo y cool. Nuevos emprendedores creativos y culturales han puesto su mirada en este barrio y Alváro Alcázar, con su olfato de buen galerista, ha descubierto que el barrio tiene potencial. Se trata de una zona muy demandada.
¿Qué es lo cool? Ser alternativo, creativo y original, entre otras cosas. Así pues, La Guindalera va por ese camino, encontramos tiendas de barrio con moda internacional, música jazz, blues… teatro independiente, productoras de cine, vídeo y televisión, etc.
El barrio de La Guindalera pertenece al distrito de Salamanca, una de las zonas más céntricas de Madrid, bien comunicado por transporte público y a un paso del centro de la capital. Es un barrio tranquilo de casas bajas que está mejorando últimamente y que ha rejuvenecido su población, proclive al fenómeno conocido como la “gentrificación”, que revaloriza las zonas y que se está produciendo estos últimos años en Madrid.
Al conocer esta nueva galería de Álvaro Alcázar, en la calle Ferrer del Río, 5, por primera vez, me dije a mí misma Wow!!, por ser una gran nave comercial con amplitud de espacio, 350 metros, y techos de casi seis metros de altura; una galería en la que se respira presente-futuro, vanguardia y modernidad.
Y en el patio del local, que pertenece al edificio de la Comunidad, estaba una de las moscas/esculturas del fallecido artista Eduardo Arroyo como homenaje póstumo. Su presencia física se echaba de menos en el ambiente, al menos yo lo sentí así porque admiro a este artista y su inseparable Arte y crítica social, quien solía asistir a las inauguraciones de las exposiciones de la galería Álvaro Alcázar por ser una de las galerías que lo represenaba.
Desde el 14 de febrero hasta el 30 de marzo la Galería Álvaro Alcázar exhibe una exposición individual del artista Nigel Hall, uno de los escultores más reconocidos de Inglaterra. Son 12 esculturas realizadas, entre los años 1995 y 2018, en las que se aprecia la evolución de Nigel Hall en su exploración del espacio.
Esta exposición convive con los cuadros de Guillem Nadal, el de Félix de la Concha y otra exposición colectiva, de lienzos de Arantza Pardo y esculturas de Philippe Bard. Abrir diálogos, puertas y ventanas entre distintos artistas y disciplinas es el objetivo de esta galería.
Es fundamental destacar la importancia que aporta al vacío como factor esencial a la hora de crear esculturas más lineales y con una geometría más marcada. De esta forma, logra incorporar la escultura en el espacio manteniendo ese juego de luces y sombras tan característico de sus piezas.
Las esculturas de Nigel Hall evocan ligereza y aportan elegancia al entorno en el que se encuentren
“Mi trabajo ha girado siempre en torno al espacio. Estoy fascinado por la forma en que la geometría puede percibirse en el paisaje”
Nigel Hall
La pared:
A lo largo de cada temporada, diferentes artistas y comisarios internacionales serán invitados para presentar una obra en la pared central de la Galería Álvaro Alcázar. Una pared (550 x 800 cm) que se establece como un nexo integrador que abre a nuevas perspectivas estéticas.
En esta ocasión, el invitado ha sido Félix de la Concha (León, 1962) que presenta su obra La Virgen del Puig, lienzo monumental que refleja su interés por pintar siempre del natural y a analizar con profundidad la arquitectura. Félix de la Concha se inspira en el lugar donde vive y representa su entorno.
La Galería Álvaro Alcázar presenta, además, en una exposición colectiva un diálogo entre la solidez de las piezas Philippe Barde y la invisibilidad e incorporeidad de las de Arantza Pardo.
Por un lado, un mundo etéreo representado en los lienzos de Pardo, a quien le interesa y explora con los imaginarios científicos. Tralada su visión estética del paisaje cósmico. Por otro, las piezas de cerámica de Barde incitan a conectar con lo terrestre mediante materiales de la tierra hasta a mancharse las manos con el barro.
En esta exposición podremos ver piezas creadas a partir de la combinación de diferentes moldes de madera; otras obtenidas del magnesio del Mont Blanc; y, finalmente, como ceramista, ha hecho diferentes caras con el mismo molde.
El cotizado artista Rafael Canogar asistió a la inauguración de la exposición individual de Nigel Hall, que tuvo lugar el pasado 14 de febrero, festividad de San Valentín; y quién me iba a decir a mí que días después iba a estar invitada a la exhibición de una de sus cabezas/esculturas de bronce en el hotel Westin Palace, Madrid.
Con motivo de la Semana del Arte Contemporáneo en Madrid, en la que ARCOMadrid y otras ferias satélites son las protagonistas, el hotel Westin Palace desde el año pasado, 2018, ha tenido como iniciativa exponer alguna obra de algún reconocido artista en colaboración con la Galería Álvaro Alcázar.
Acompañada del galerista Álvaro Álcázar
Con el diseñador Manuel Fernández, presidente de Fashion Art Insitute
Son fechas adecuadas para exponer porque los hoteles se llenan de huéspedes y de visitantes foráneos. Un hotel es perfecto para exponer obras de Arte.
Rafael Canogar, pintor, escultor y grabador, lleva más de 50 años de trayectoria como artista, ha recibido multitud de premios en vida, Hijo Predilecto de la ciudad de Toledo y la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, entre otros. Sus cabezas/esculturas son de bronce y no destacan por su tamaño, sí por su concepto, técnica y formas.
Rafael Canogar, nacido en Toledo en 1935, finalizada la guerra civil, traslada su residencia fija en Madrid en 1944. Desde pequeño manifiesta habilidad y talento para el dibujo, afición que compartía con su padre. Tiene cuatro hijos, dos de ellos artistas: Daniel y Diego Canogar que se han decantado por el arte audiovisual y la escultura, respectivamente.
En sus primeras obras abstractas se aprecia la marcada influencia que Joan Miró ejerce sobre Canogar. Asimismo, cabe destacar que Rafael Canogar forma parte del grupo El Paso, creado en 1957, un colectivo de artistas que pretendía crear un nuevo espíritu dentro del mundo artístico español. Constituye el grupo de mayor relevancia en la vanguardia española de posguerra.
Con el diseñador Manuel Fernández, presidente de Fashion Art Institute
El miércoles, 27 de febrero, se inaugura ARCOmadrid 2019 y en el stand 7C03 estará la galería Álvaro Alcázar un año más, con el proyecto «Ventana» que lo integran artistas de la altura de Rafael Canogar, Eduardo Arroyo, David Nash, Juan Garaizábal, Guillem Nadal, entre otros. ¡¡A por ARCOmadrid 2019!!