Lisboa, un destino «cool» que está de moda

Tras décadas de no pisar Lisboa, con el paso de los años el cambio ha sido favorable; la capital portuguesa ha mejorado en muchos aspectos, principalmente, culturales. Una ciudad que se ha transformado, con evolución constante en el tiempo, y en la que el turismo va in crescendo.

Popularmente conocida como la ciudad de las siete colinas, Lisboa es un destino de moda en Europa, una ciudad «cool», con historia y encanto, que despierta interés en mí, tanto por su río Tajo que desemboca en el océano Atlántico y sobre él su gran puente colgante, el más largo de Europa; como por sus singulares edificios de colores, su artesanía (filigrana, azulejos, corcho…) gastronomía y patrimonio artístico.

Lisboa: fusión de historia y modernidad, pasado y presente, aunque subyace su arraigada historia. Ligada a las universidades e invadida por estudiantes que hacen un Erasmus allí y se llevan consigo una enriquecedora experiencia como mejor equipaje.

Una capital que tiene un punto de sofisticación y elegancia en tiendas, cafeterías y hoteles de edificios rehabilitados, frente a lo que tiene aspecto descuidado y desarreglado que muestra otro punto de decadencia. Conceptos antagónicos, un combo que se complementa y funciona en Lisboa.

Museos, iglesias, galerías de arte, miradores con increíbles panorámicas, locales desde el fado al jazz, puestos callejeros con castañas, locales pequeños para tomar la ginjinha, típico licor de guindas de Lisboa, como un chupito, con o sin guinda.

San Antonio es el patrón de Lisboa, nacido en Lisboa y donde pasó su infancia, y fallecido en Padua (Italia); por ello, tiene dos denominaciones. Un santo al que le tengo especial devoción por tradición familiar. De origen noble lo dejó todo para servir a Dios y a los más pobres.

Famoso por tener tres dones de Dios: lo perdido hallado, lo deseado venido, y lo olvidado recordado. El santo más invocado para encontrar los objetos perdidos… y  para conseguir un buen “novio” o “novia”.

La iglesia de San Antonio de Lisboa, delante de la Catedral, está dedicado a San Antonio de Lisboa o San Antonio de Padua. Según la tradición, fue construida en el lugar donde nació el santo, en 1195. Está declarada como Monumento Nacional.

Además, desde el punto de vista religioso, he de destacar el santuario católico de la Virgen de Fátima, próximo a Lisboa, al que acuden peregrinos de todo el mundo. La fe es un don de Dios que hay que alimentar y regenerar.

Sorprende y sobrecoge la iglesia de Santo Domingo, ubicada en el lado oriental de la plaza Don Pedro IV, un edificio a nivel arquitectónico marcado no solo por el terremoto sucedido en Lisboa en 1755 sino por un incendio, entre otras inclemencias, que tuvo que ser parcialmente rehabilitada porque quedó prácticamente en ruinas. Aún está de pie y firme a pesar de las catástrofes.

LX Factory (Rua Rodrigues de Faria 103), un espacio industrial rehabilitado, al lado del río Tajo, enclave de sinergias arte, arquitectura, diseño, gastronomía…  ha despertado mi atención en esta escapada a Lisboa.

Espacios abandonados en desuso que en vez de ser reemplazados son rehabilitados, en los que se respeta su esencia, y encuentran su lugar. Emergen de creatividad y tienen un punto mágico.

Sobre este espacio de paredes graffiteadas en el que se pueden hacer compras únicas y especiales pasa el Puente 25 de abril, con 2.277 metros de longitud, ostenta el récord de puente colgante más largo de Europa y fue el primer puente que se construyó en Lisboa. Un plan alternativo de lo más recomendable.

El lugar de partida del viaje realizado a Lisboa ha sido el río Tajo, al cual se llega por la Plaza del Comercio, la plaza más importante de Lisboa que está en la Baixa; también, punto de encuentro de visitantes, locales y estudiantes. Una zona llena de vida y de especial interés.

Construida en el lugar en el que estuvo situado el Palacio Real antes de ser destruido por el gran terremoto de 1755, la Plaza del Comercio durante décadas fue la puerta de Lisboa para el comercio marítimo.

En el centro de la Plaza del Comercio se ubica la estatua ecuestre del rey José I, bajo cuyo reinado se llevó a cabo la reconstrucción de Lisboa tras el terremoto.

Recomendable su visita al caer la tarde y disfrutar de los distintos tonos del río Tajo.

De gran belleza es la arquitectura de la Estación fluvial Cais de Sodré, ubicada en la Plaza del Comercio, el lugar de salida de las excursiones por el Tajo y donde se cogen los barcos que cruzan el río.

Imponente Castillo de San Jorge en Alfama

El castillo de San Jorge se encuentra en la colina más alta del barrio de Alfama. Pasear por los jardines del castillo es muy agradable, para pasar una mañana o una tarde. Además, tiene un excelente mirador para deleitarse con las vistas de los edificios en la ciudad antigua, el estuario del Tajo y el vanguardista puente colgante. Especialmente, recomendable al atardecer.

Alfama, imprescindible su visita, el barrio situado en el centro histórico, antaño musulmán, en el que se ve presente la parte de una ciudad medieval: calles empedradas y empinadas. Un barrio también reinventado, en el que el diseño emerge en sus tiendas y locales.

En el barrio de Alfama, se puede encontrar la Pastelería Santo Antonio (Rua Milagre de Santo António N.10) cerca del Castillo de San Jorge, galardonado con el premio al mejor pastéis de nata 2019. 

En una ciudad tan antigua y singular, encontramos pavos reales deambulando por las calles de Alfama y por el castillo de San Jorge, que despiertan gran interés en los turistas. Aves que pueden volar, dato curioso. En la vida real hay muchas personas que se muestran como pavos reales por lo “pavos” que son, se creen que son maravillas de la naturaleza.

Barrio de Belém

El monasterio de Los Jerónimos, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es una joya artística de indudable belleza e incalculable valor. Su construcción comenzó en 1501 y se prolongó durante cien años. Cabe destacar las fachadas, la iglesia y los claustros.

En el interior se aprecia la iglesia-salón, obra maestra del estilo manuelino, creación de João de Castillo.

Junto al monasterio de Los Jerónimos está la pastelería Pastéis de Belém, que destaca frente al resto, con largas colas, pero que avanzan rápido. Parada para coger fuerzas y seguidamente visitar la Torre de Belém.

Los pasteles de Belém o pasteles de nata (crema pastelera en portugués), dulce típico, forman parte de la identidad gastronómica de Lisboa, junto con el bacalao y las sardinas. El hojaldre en Portugal es crujiente y exquisito.

La Torre de Belém, era una antigua fortaleza construida en el siglo XVI, declarada Monumento Cultural en 1983.

El Mercado da Ribeira, conocido como Time Out Market, un espacio gastronómico gourmet muy variado y concurrido en torno a la comida portuguesa. Un sitio estupendo para comer o cenar,

Mientras que en el Mercado de San Miguel de Madrid hay pocas mesas y funcionan más las barras para degustar, el Mercado Time Out, está plagado de mesas centrales, en plan multitud, como la feria de la cerveza en Alemania.

La bifana es un bocadillo con carne de cerdo, que se adereza con mostaza y salsa de picante, uno de las especialidades gastronómicas de Lisboa y de Portugal.

La probé en la Casa das Bifanas (Praça da Figueira 7ª), uno de los locales más antiguos que se encuentra a pocos metros de la céntrica Plaza de Rossio. Aquí sirven la bifana acompañada con patatas fritas corte «palo».

Me gustó más la bifana que sirven en As Bifanas Do Alfonso (Rua da Madalena 146), recomendada por un lugareño. Es uno de los locales más famosos de bifanas, y por ello, suele haber cola para pedirla, eso sí, no hay mesas para tomárselas allí.

La Baixa, el barrio más céntrico y comercial de Lisboa, separa Alfama del Barrio Alto y en él se encuentra la Plaza del Comercio. Es una de las zonas con más restauración y tiendas de Lisboa.

Por su parte, el Chiado es el barrio elegante y chic de Lisboa, con teatros, galerías de Arte, tiendas de alta gama y espacios culturales. Armazens do Chiado es el centro comercial más importante de la zona.

El barrio el Chiado lo encontramos subiendo desde la Baixa y antes de llegar al Barrio Alto.

Una de las cafeterías más antiguas y famosas en la ciudad que está en el Chiado es Café A Brasileira, todo su interior fue decorado en estilo Art Decó. Fue lugar de reunión de numerosos intelectuales, como el escritor Fernando Pessoa, al que se le ha homenajeado en la terraza con una escultura en bronce junto a su mesa favorita.

¿Dónde están las tiendas de lujo en Lisboa? En la Avenida da Liberdade, la calle comercial de las tiendas de lujo, con las mejores marcas, Gucci, Armani, Prada, Louis Vuitton, Dior, Burberry, Furla, etc,

El lugar más popular para los amantes de la noche en Lisboa es el Barrio Alto, el rey del ocio nocturno, para tomar copas incluso cenar. Un barrio pintoresco que queda enfrente del barrio de Alfama.

Si los lugares abandonados dan la posibilidad de “encontrar” su lugar, como LX Factory, las personas emprendedoras siempre “crean” su camino.

A la izqda, el Dj Vander

Por ejemplo, en Lisboa he conocido a dos personas que trabajan con pasión, uno con la música, como dj, Vander; otro, con la moda, Guillherme Tavares, detrás de la marca EMENTA SB (Rua Rodrigues de Faria 103, 1° Floor 1300-501 Lx Factory) creada en Lisboa, que merecen estar presentes en este post.

Cada ciudad, cada viaje, te hace vivir experiencias inolvidables y conocer a gente especial. Viajar es una poderosa herramienta de crecimiento personal y cultural.

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