Un paseo por el casco antiguo de Marbella, del que estoy enamorada, me lleva a la Galería de Arte del pintor Álvaro Reja, a quien conocí hace dos años en su entonces Galería ubicada junto a la iglesia de La Encarnación. Con su obra hice un post con una fusión Arte & Moda, al igual que con los cuadros de su mujer, Carolina Cuadrillero, y resultaron del total agrado para ambos. Para mí, supuso reconocimiento y una gran satisfacción personal y profesional, ya que mezclar Arte y Moda supone un reto y un cóctel complicado que hay que estudiar con detenimiento y respeto.
Recupero los 2 links de los posts que hice a estos dos artistas: Álvaro Reja: http://www.celiaquijano.com/por-que-el-pintor-alvaro-reja-y-la-disenadora-aline-nos-hacen-sonar/ y Carolina Cuadrillero: http://www.celiaquijano.com/el-diseno-de-agatha-ruiz-de-la-prada-y-la-pintura-de-carolina-cuadrillero-armonia-de-colores/
Álvaro Reja, artista autodidacta, nace en Badajoz, vive y trabaja en Palencia -donde tiene su taller- y posee una galería de Arte en Marbella, a la que visita regularmente. Pintor desde que era niño, su talento es algo innato. En 1989 se plantea dedicarse plenamente a su verdadera vocación, de modo que deja su trabajo en la empresa familiar y comienza su trayectoria como pintor. ¡¡Y puede permitirse vivir de esta profesión!!.
Desde marzo de 2014 tiene una nueva Galería de Arte, junto a la Plaza Altamirano, en la c/ Misericordia, 15. Se ha embarcado en esta aventura profesional en solitario. La idea de abrir este establecimiento surge porque ve una buena oportunidad en el traspaso de este local -que antes también era una Galería de Arte-; aunque ésta -me aclara Reja– tenía otro concepto más comercial.
– Le pregunto con cierta curiosidad a Álvaro Reja: ¿Por qué abres una galería de arte en Marbella, si no eres residente allí?
– Trabajé con un marchante de Marbella hace 20 años, Manuel Díez, en 1990, quien tenía galerías de arte en Puerto Banús y Marbella, y me compraba muchas obras.
– He dado con esta pregunta en la diana profesional porque Reja inició una relación comercial con Marbella a través de Manuel Díez que duró 10 años. Esta circunstancia marca un punto de inflexión en su carrera. Es el comienzo de su carrera como artista de manera plena.
– En tu galería veo obras de tu mujer, Carolina Cuadrillero, y esculturas de flamencas y toreros de Manolo Peñalver. ¿Qué artistas representas en tu Galería, además de tu obra y de los antes mencionados?
– El 70 por ciento representa mi obra, un 15 por ciento la de mi mujer, Carolina Cuadrillero, y el resto, cuadros cedidos o comprados por mí; todos ellos, para su venta. Del artista Manolo Peñalver solo tengo esculturas.
Esculturas del artista Manolo Peñalver
– ¿Por qué has elegido ubicar la Galería en el casco histórico de Marbella y no en Puerto Banús?
– Mi pintura tiene raíces históricas y muy humanas, está en el contexto adecuado, en el casco antiguo de Marbella; mientras que Banús es un escenario diferente, tiene otro enfoque: más concurrido en los meses de verano y dirigido a otro tipo de turismo.
– ¿Qué aporta de diferente tu Galería frente al resto en Marbella?
– Aporta mi propia obra pictórica y una pincelada de artistas de pintura antigua del siglo XIX y principios del XX. Se ven mis gustos pictóricos, como Juan Antonio Benlliure, cuya obra está en el Museo del Prado, o Federico de Echevarría. Es un escaparate muy bueno para mi pintura. Sigo exponiendo, de manera que mi obra tiene mucha movilidad; va del taller a la Galería y de la Galería a las exposiciones.
Taller de Álvaro Reja en Palencia
– ¿Cómo está el mercado del arte en Marbella?. ¿Los americanos son los que compran más arte en estos momentos?
– Vendo, sobre todo, creaciones de gran formato. El mercado es muy amplio y variado. Americanos, rusos e irlandeses, algún árabe, son mis clientes.
– ¿Cuál es la temática y cómo describirías tu pintura? Vemos desde el retrato de un torero hasta un paisaje rural pasando por la pintura religiosa.
– Todos los temas que mencionas: toreros, toros, retratos, paisajes, bodegones… los abordo a mi aire, de manera un tanto anárquica. Hago una figuración muy personal, “peculiar”, diría yo. En mi pintura cada espectador ve una cosa. Hay quienes se fijan en lo grandes que son las cabezas y las manos. Otros se detienen más en el color.
– Explícanos cuáles son tus fuentes de inspiración.
– Bebo de muchos artistas de distintas épocas y estilos: Picasso, Chagall, Modigliani, Botero, El Greco, Zurbarán, Agustín Ubeda…
– En cuanto a la técnica, destacan tus collages, pero tampoco te acomodas en ellos ni a nada, ¿te gusta trabajar con variedad de técnicas y estilos?
– Normalmente, trabajo con óleo pero hago también cuadros tipo collage. No me gusta imitar a nadie ni a mí mismo. Cada cuadro es un mundo. No hago series pero tengo unas «señas de identidad»: mis toreros los realizo con narices largas y manazas. Los niños los hago con formas más redondeadas y aspecto dulce. Los paisajes los pinto del natural…
– En mi opinión, Reja borda los cuadros de la naturaleza de manera mágica. Véase la pintura del viñedo que os muestro abajo.
– El color es importante en tus pinturas. ¿Cuál es la paleta cromática a la que recurres en tu obra?
– Utilizo una paleta de colores intensos. Conviven colores fuertes pero el resultado de la unión es una apariencia de un color suave y delicado, no es agresiva. Paradójicamente, es fruto de utilizar tonos intensos, no soy de colores pasteles ni dulzones. Al realizar mi obra busco siempre la armonía en cada pincelada, que los colores tengan relación y formen una paleta armónica. El impacto que produce mi pintura es una sensación de paz dentro de la fuerza, un equilibrio entre ambas.
– De tu mujer como artista, Carolina Cuadrillero, ¿qué nos puedes decir?
– Es una pintura con mucho detalle, muy decorativa, primorosa… Una pintura que cuando se mira provoca una sonrisa. Es difícil contemplarla sin sonreír.
Pintura naif de Carolina Cuadrillero
– ¿Es un buen negocio invertir en arte en estos momentos? (Me da la impresión de que le he lanzado una bala por su cambio de tono de voz, que altera, y su respuesta)
– El arte no debe ser un medio especulativo. Nadie debe comprar un cuadro para especular, para eso está la Bolsa. Un cuadro es como un recipiente energético, que almacena sensibilidad y emana energía; mejora a la persona y al artista. Es la mejor inversión para el alma y el espíritu.
Álvaro Reja, quien ha recibido premios por sus obras, ha participado en cientos de exposiciones colectivas e individuales por toda España y el resto de la Unión Europea, como Madrid, Barcelona, Gijón, León o Valladolid; en Alemania, ha expuesto en Dresden y Düsseldorf.
Reja, desde su sencillez y humildad como persona y artista, siente la necesidad de que el público analice su pintura, así me lo confiesa. Y es que cuanto más grande es el artista, más sencillo y humilde se muestra. Es algo que he descubierto durante mi carrera como periodista. Álvaro Reja puede presumir de tener un estilo peculiar, sin embargo, es imparable y no deja de evolucionar y explorar nuevos caminos con el objetivo de seducirnos y sacar su mejor energía.
Trabaja su obra con libertad, una palabra clave que le hace ser más creativo y productivo. Se me queda grabada en mi retina la fuerza e intensidad de sus dibujos, sus colores y formas vibrantes; luego me fijo en cada detalle por su gran cantidad. Fusión de fantasía y realidad, fuerza y delicadeza. A esto se le denomina ser un pintor del expresionismo onírico.
Dar felicidad con su pintura, provocar emociones, eso sí que es un ARTE.