La diseñadora de pieles Elena Benarroch y El Corte Inglés de Puerto Banús se han unido durante dos meses, agosto y septiembre, para hacer el primer pop up store (venta efímera) de lujo en Marbella, con la colección invierno 2013, las joyas y la obra de Adolfo Barnatán, y las creaciones de Felipe González.
Las «pop up store» son tiendas temporales que han revolucionado el mundo de la moda. Suelen durar un mínimo de dos días y un máximo de dos meses. Nueva York, Paris o Milán son ciudades con gran tradición en estos espacios y ahora se han puesto de moda en España.
Los expertos del sector aseguran que estas tiendas efímeras se convierten en una potente campaña de marketing. Sin lugar a dudas, es un nueva forma de captar nuevos clientes potenciales y fidelizar a los existentes. En Marbella particularmente hay dos nuevos nichos de mercado: la clientela rusa y árabe.
En agosto, mientras visitaba la primera planta de El Corte Inglés de Puerto Banús pasé por delante de este espacio y me impactó ver prendas de piel en colores tan llamativos como el amarillo, coral, azul o verde, por lo que frené el paso y pregunté al responsable del stand sobre quién estaba detrás de esos diseños tan estilosos aparte de coloridos. A mí me encanta el color en todas las estaciones del año. Me da ánimo. Creo que aporta fuerza y alegría a cualquier look.
Más tarde, por casualidad, apareción personalmente Elena Benarroch acompañada por algunos miembros de su familia, entre los que se encontraba una sobrina, que hizo de modelo en una sesión de fotos improvisada. Intercambio de miradas cómplices con sus padres que estaban allí. Momentos llenos de espontaneidad y risas.
He de decir que Benarroch se encontraba allí, entre otras razones, porque tiene casa en Marbella, La Huerta, en la urbanización Los Monteros -próxima a la de Antonio Banderas-, una de las más elitistas de Málaga. Un punto de encuentro familiar y de amigos.
Desde aquí le doy las gracias a esta encantadora adolescente, a sus progenitores por darles el consentimiento, y a Elena Benarroch por permitirme hacer fotos de sus prendas, con total libertad.
Para esta temporada Benarroch propone color y apuesta por el visón y el zorro, o ambas pieles mezcladas, chaquetas cortas y vistosos cuellos de pieles. Aparte de su propia colección tiene una línea más juvenil y accesible a cargo de su hija Yaël. Ambas tienen en común que son rompedoras y vanguardistas como diseñadoras.
En este «pop up store» pude ver una colección joven marcada por la diversidad de colores, volúmenes y pieles. Todo vale: pelo largo, pelo corto, despinzado, rasado, doble pelo, teñido, tricotado, en fin, mucha variedad.
Elena Benarroch nacida en Tánger en 1955, en el seno de una familia judía, revolucionó el diseño de la piel: cortó el pelo a los visones, tiñó las pieles y dio la vuelta a los abrigos. Se define como una incorfomista, no rebelde. Entró en este oficio de la peletería, por casualidad, al contraer matrimonio con el escultor y pintor Adolfo Barnatán, quien le introdujo en el mundo de las pieles.
Benarroch destaca por sus colecciones juveniles y por el cuidado en la elección de la materia prima, sobre todo los visones. Una gran investigadora de las pieles. Se caracteriza también porque da utilidad a las prendas, que pueden ser reversibles, lo que me parece un total acierto.
Siempre dice que su principal diferencia con otros creadores radica en haberle perdido el miedo a las pieles y dar rienda suelta a su imaginación. En verdad, la creatividad amplia todos los límites.
En 2009 cumplió su 30 Aniversario como diseñadora de pieles. Después de mucho esfuerzo y constancia, según cuenta, abrió su primera tienda en Madrid, en 1979. Ahora se la puede encontrar en la calle Zurbarán 16.
Siempre en movimiento, no para, sigue avanzando, por lo que introdujo sus colecciones en EEUU. Todo un hito en ser la primera española en abrir una tienda en New York.
Con esa personalidad innovadora que le caracteriza, en 1987 lanzó una colección de abrigos de piel para hombres con la ayuda de su gran amigo Miguel Bosé, del que fue compañero de colegio en el Liceo Francés. En 1997 lanzó su primera colección de joyas y también un perfume que lleva el nombre de su hija Yaël.
Su talento ha sido ampliamente reconocido, como lo demuestra la Aguja de Oro del Diseño en 1984, el American Legend a la mejor colección en 1985, el Premio Diseño de la revista Cambio 16 otorgado en 1987 y la T de Telva de España.
Elena Benarroch cuenta con amistades más allá del mundo de la moda: intelectuales, políticos, músicos, actores…Es amiga de Felipe González, Rodríguez Zapatero, Isabel Preysler, Pedro Almodóvar, Rossy de Palma, Carmen Lomana, Alaska y su marido Mario Vaquerizo, David Delfín. También de Antonio Banderas y Melanie Griffith, y muchos más. Eso denota tener una personalidad tolerante y abierta, otra virtud que se añade a sus otras virtudes artísticas.