Cantabella ha presentado su exposición “L’enfant terrible” en el Centro de Arte del Palacio Almudí de Murcia. Son 35 pinturas y 16 esculturas que no dejan indiferentes al espectador, acompañadas de un catálogo de literatura infantil, escrito por Javier Cerezo, director de la Galería Babel, a la que representa.
Posteriormente, desde el 7 de noviembre hasta el 13 de diciembre, viajará a Madrid donde se expondrá en la Galería Kreisler. Será su tercera exposición individual en esta galería madrileña. Y en febrero del próximo año se desplazará a México.
Un año y medio de intenso trabajo, mucha ilusión, fuerza y ganas. Es una exposición que recomiendo a todo el mundo y especialmente a los niños.
De Carmen Molina Cantabella, nacida en Murcia en 1977, se ha hablado bastante por la polémica que han causado algunas de sus obras en las que hace una crítica personal a la sociedad y a la política actual con sus mensajes subversivos y transgresores.
Su arte está en todos los rincones del mundo y es un referente de la vanguardia pictórica española.
L’enfant terrible de Cantabella es un homenaje a “El Principito”, una joya literaria de Saínt-Exupèry y, en general, a toda la literatura y la vida del escritor. También, se inspira en las cartas de la niña judía alemana Ana Frank .
Anunciando la exposición vemos una de sus obras, la de un niño sentado en su asteroide. Indica, según la artista, «cómo el mundo infantil es pequeño y grande a la vez. La máxima preocupación de este personaje es que se le caiga la bola de helado que lleva entre sus manos”.
Cantabella y Cerezo. Arte y Literatura van de la mano. Pinturas acompañadas de una narración de un cuento en el que cada capítulo es un relato con una continuidad, lo que recuerda la estructura narrativa de la obra maestra de Saint-Exupèry. Así comienza el cuento de esta exposición de Cantabella:
“La infancia es la ciencia de la memoria. Los hombres consiguen, sin embargo, negarse a ser y sentir como niños. Convertirse en adulto es la mayor tragedia en la vida de un menor, que tiene que resignarse a olvidar. Parece ser un problema inevitable porque crecemos y somos obligados a convertirnos en mayores”
El concejal de Cultura del Ayuntamiento de Murcia, Rafael Gómez acudió a la inauguración de esta exposición y estuvo intercambiando impresiones de la exposición con Cantabella.
Niños que navegan en embarcaciones caseras, vuelan en sus propias cometas, patinan con trineos en la arena o derriban aviones con tirachinas. Lucha entre la fantasía que nunca quisieron olvidar y el mundo real.
Cantabella: inconformista y rebelde. Incorfomista frente a una cultura que pierde sus valores con una rapidez vertiginosa. Rebelde con causa, que es la causa social, de proteger a los más desvalidos y, entre ellos, los niños.
El trabajo de Cantabella presenta influencias posmodernas con escenas subversivas y alternativas. La historia está siempre presente en la obra de Cantabella para ensalzar los pequeños relatos, las pequeñas cosas de la vida. Es como un sello personal.
Por este motivo, la artista rechaza la narración sobre grandes acontecimientos sociales, políticos e históricos en favor de los pequeños sucesos, que permiten rememorar aquellos, para despertar el espíritu crítico del espectador.
La obra de Cantabella traza un discurso lleno de melancolía porque es plenamente consciente de la vulnerabilidad y el aislamiento humano. En medio de esta permanente crisis de valores, L’enfant terrible evoca la habilidad con que los niños crecen desde la infancia hasta la adolescencia forjando su carácter.
Todas las simpatías de la artista se dirigen hacia la imaginación de los niños, que “parecen” experimentar el mundo por primera vez, pero no, porque en sus escenas se encuentran a menudo una madurez precoz y niegan la idea de que los niños son débiles.
La artista muestra un mundo perplejo e incompleto lleno de interrogantes, desafíos y problemas en nuestra sociedad y en nuestro planeta.
La hija de Javier Cerezo, Isabel, ha servido de modelo para el cuadro que vemos abajo titulado «En el país de las maravillas», que es la portada del catálogo de la exposición.
En su obra, Cantabella ante el desengaño del mundo actual trata de refugiarse en la inocencia infantil, como refugio artístico e intelectual, en el que no aparecen condicionamientos sociales. En este espacio los pequeños sucesos tienen una importancia capital.
No obstante, ella incide en mostrar cómo la realidad social provoca que esa inocencia se vea frecuentemente mancillada por el “mundo adulto”.
En la forma parece infantil, pero no es un contenido naif ni mucho menos, es un fondo maduro y trabajado, en el que hay una denuncia social clara. En realidad, la aspiración de Cantabella es adivinar nuestro futuro.
Las pinturas se complementan con pequeñas esculturas de Cantabella, que representan asteroides y pequeños planetas, que hablan del amor y la solidaridad, pero también del desamor, de soledad y de engaño. Sucesos individuales que han adquirido una dimensión planetaria.
La exposición “L’enfant terrible” se podrá visitar hasta el 27 de octubre en el Palacio del Almudí.
SWATCH & ART
Tras visitar esta exposición yo me pregunto, entre el adulto que somos y el niño que fuimos, ¿qué hay? Tiempo. Y el reloj es el que señala el paso desde la infancia hasta la edad adulta. Es nuestro marcador. Maduramos en nuestras creencias paso a paso, experiencia a experiencia con el paso del tiempo.
Y, concretamente, para esta exposición mi imaginación me lleva a Swatch, con su espectacular colección en llamativos colores que marcan tendencia; toda una referencia en calidad y precisión. Relojes para niños y mayores.
El cantante MIKA , que como SWATCH acaba de cumplir 30 años, y su hermana Yasmine, han diseñado dos nuevos relojes muy creativos y coloristas con estampados tribales que pertenecen a la edición denominada Kukulakuki.
Otro modelo de la colección Swatch&Arte es el NEW GENT «OFF», diseñado por el artista español multimedia José Carlos Casado. Reloj inspirado en un caleidoscopio de colores.
Y otro reloj que también quiero destacar es el «WILD FACE«, creado por el estudio de diseño gráfico de Nueva York, Goto Design. Obras de arte en nuestras muñecas. Otros artistas también han colaborado en esta innovadora colección.
Swatch, líder en el mercado de relojes, con su concepto de reloj bonito, con buen precio y calidad, y fabricado en Suiza. Todo un fenómeno mundial del mercado de masas, uno de los productos más vendidos en la historia de la industria. Un reloj Swatch dicen que es transgresor, rebelde y práctico, como es el espíritu de Cantabella.
Esta prestigiosa marca de relojes ha triunfado al igual que está ocurriendo con esta exposición, solo hay que ver el número de visitas registradas por el Ayuntamiento diariamente.
Aunque he de señalar que en el planeta Mercurio, donde se desarrolla el cuento de la exposición de Cantabella, el tiempo no es nada convencional, transcurre de forma bastante singular. Ahí va un dato: su periodo de traslación, es decir, el tiempo que tarda en dar una vuelta alrededor del Sol, es el equivalente a 88 días en la Tierra. Parece que está un poco loco, no?…Todo un mundo, como el de Swatch.