En el Atelier de Carmen Ramil, Carola Madariaga y Ana Peyres
Ha sido un regalo conocer a la diseñadora Carmen Ramil. Tiene un halo de encanto personal que la envuelve: su forma de expresarse, su manera de moverse y saber estar. Ella representa la elegancia, la sofisticación y el refinamiento. A continuación vais a conocer su faceta profesional.
Carmen Ramil tiene un Atelier en la c/San Patricio nº 10, 1º D, de Murcia, compartido con Carola Madariaga (ropa vintage) y Ana Peyres (bolsos Belter). Les dedicaré un post a cada una. Ellas dicen que la unión hace la fuerza. ¡¡Buen equipo!!. Unión de fuerzas, de energías e ilusiones.
Carmen Ramil
Carmen Ramil está especializada en complementos exclusivos y restyling al servicio de la mujer. Luego os explico que es eso del restyling. Para Carmen el diseño es un oficio no una afición. Ha tenido una formación de lujo, en la mejor Facultad de diseño de moda del país, la Universidad Politécnica de Madrid, donde también ha impartido clases. Alumna de la segunda promoción. Insiste mucho en que la formación va antes que el talento.
Una Matrícula de Honor en su proyecto fin de carrera otorgada por Enrique Loewe, quién le dio la enhorabuena y le abrió las puertas de Loewe. Estuvo un año becada en esta prestigiosa firma en la que pasó por todos los departamentos y aprendió a diferenciar lo que es un producto exclusivo del resto.
Su abuela materna le ha influenciado mucho porque era una gran aficionada a la moda y le legó libros de su época: Art Nouveau y Art Déco…
Trabajó con el diseñador Jesús del Pozo durante tres años en la parte de accesorios, complementos y pañuelos. Durante esos años todo lo que se diseñaba para Jesús del Pozo lo producía Carrera y Carrera, me cuenta Carmen. En la cátedra de Balenciaga tuvo la suerte y el privilegio de aprender a coser. Allí aprendió técnicas de alta costura. Posteriormente, cuando se quedó embarazada, empezó diseñando complementos para bebes y creó la firma Mamá Pata. Pero ha hecho muchas cosas más, hasta vajillas con mantelerías a juego, haciendo coincidir el dibujo del mantel con el plato. Una todo terreno en el diseño de complementos y en lo que se proponga.
Mientras charlamos observo un mural que decora el Atelier. Está pintado por ella. Sorprendente la combinación de arte y moda. Es una ARTISTA!!. Cuándo le pregunto qué técnica ha utilizado, me contesta textualmente:
“El mural está pintado a rotulador COMO CUANDO ERA PEQUEÑA!!!. Me gusta utilizar técnicas teóricamente inapropiadas…para pintar cosas aparentemente correctas… El contraste del negro sobre el blanco me permite no sólo pintar las siluetas, sino dibujar los espacios que quedan vacíos…y diseñar formas que a simple vista no se ven porque son mis secretos…Secretos que custodian damas sofisticadas de los años 20, elegantemente vestidas y con accesorios que marcan la identidad de una época, que es la fuente de inspiración de la que bebo”.
Dice que desde su infancia disfrutaba pintando todo lo que se le ocurría, pero donde “no debía”, textiles, muebles, cojines, cosa que sigue haciendo ahora en su casa en paredes y muebles, consiguiendo un ambiente personal y creativo. Parte de la idea de que una sábana pintada podría ser un kimono francés y unas cortinas pintadas podrían convertirse en la lona de una tienda de campaña para un juego infantil.
Reconoce que tiene mucha habilidad con las manos, yo añado que también tiene mucha creatividad en la mente.
Restyling
Restyling es un servicio de transformación de lo ya existente. El objetivo es personalizar algo antiguo o nuevo, da igual, lo importante es generar un nuevo diseño con un producto ya creado y hacerlo especial, convertirlo en diferente a todos los demás.
Carmen Ramil pinta todo tipo de calzado, zapatos, botas, zapatos de novia, cojines, sillones…Le gusta pintar en blanco y negro y usa el tinte azul para la ropa de niños, aunque también se ha atrevido con el dorado. Puede pintar con cualquier color. Puede con todo.
Le apasiona pintar modelos de los años 20 y 30, que son los vestidos que más le gustan de la historia de la moda, ¿a quién no?. Pinta siluetas y figurines de esa época que ella misma diseña a mano alzada. Son sus propios diseños, ¡¡ojo!!, no están clonados.
Siluetas femeninas, escotes en la espalda, mucho glamour, collares de perlas, accesorios recargados. ¡¡Felices y dorados años 20!!. Sus estudios de figurinismo y anatomía se aprecian en sus dibujos.
Muy bonitas, sus camisetas con frases personalizadas, que cuentan un poquito de tu vida, si eres romántica, divertida, nostálgica…
Complementos exclusivos
El cliente tiene un abanico muy amplio de complementos exclusivos, en muchos casos personalizados: tocados, peinetas, fajines,collares babero… Dice que las más jovencitas desean estar sexy mientras que las mujeres adultas persiguen elegancia. Carmen Ramil busca la elegancia, el refinamiento, la diferenciación, y, ante todo, intenta que sus clientes no vayan disfrazadas. Dice que quien es una Barbie no debe ir de naif ni a su propia boda. Ramil conjuga lo que a su clienta le gusta con el asesoramiento sobre lo más le conviene.
Carmen Ramil también diseña bisutería textil. Dice que cada pieza es como un hijo, «al igual que no hay dos personas iguales, todas las piezas son diferentes”. Su colección está compuesta por familias: estampados de fieras, cocodrilos, tigres o caimanes, conviven pacíficamente con la familia de los insectos, las cruces e insignias (concepto heráldico) y la colección Bizancio.
También tiene tocados orgánicos, con las formas de la naturaleza, que parece que salen de un bosque animado.
Carmen Ramil, aparte de vender en su Atelier, ha empezado a atender los pedidos de toda la geografía española a través de su web. Hasta en su fan page de Facebook, a la que os invito a seguir, le hacen encargos.
Carmen Ramil es madrileña, casada y con dos hijos, pero lleva 10 años viviendo en Murcia, y me comenta que “está enamorada de la luz de este trocito de mapa y feliz de haber conocido a gente tan especial”. Jamás pensó que viviría en Murcia, pero aquí está, y mañana no sabe donde podrá estar. El destino es caprichoso, qué se lo digan a ella Sssssssss…