Son muchas las personas que se han sorprendido al ver la obra de Tintín en mi web en el apartado Home, y en el siguiente post voy a contaros cómo han entrado estos polémicos cuadros.
Iba caminando y desde la calle, a través del cristal de la Galería Babel de Murcia, vi colgados unos cuadros de Tintín con una geisha, que me llamaron mucho la atención por el color, la estructura, y el trazado de las líneas, y pensé ¡ya lo tengo!, incluyo en mi web a esta obra, que me impactó por su creatividad y estética.
Ver a Tintín, que me encantaba leer por sus entretenidas aventuras, junto a una geisha, a quien admiro por su perfección, arte y disciplina, para mí fue impactante. Y encima con apariencia pop, que me encanta este estilo. ¡Qué más podía pedir!. Y me preguntaba, ¿quién estará detrás de esta obra?, un hombre o una mujer, cómo será realmente…
Javier Cerezo, propietario de la Galería Babel, me introdujo con todo detalle en las características de esta obra y su autora, a la que representa. Me contó que era una mezcla de cómic y grabado japonés y que las líneas de estos dos estilismos eran similares, por lo que la fusión era un total acierto. Habló de la pintora murciana Carmen Cantabella, la autora, con gran admiración y respeto.
Siguiente paso, pedir permiso a Cantabella para que la pudiera divulgar en mi blog, luego, tras darme el visto bueno con mucha amabilidad, vía mail, quedamos para conocernos personalmente.
La conversación transcurre en el estudio de Carmen Cantabella en Murcia, rodeadas de los cuadros de su próxima inauguración, L´enfant terrible, de la que ya hablaré en otro post enlazándola con la moda, porque, en mi opinión, pinta unos cuadros muy interesantes y es una artista con talento.
Cantabella ha hecho una excelente reinterpretación del grabado japonés, potenciando los colores del grabado para que se asemejen al pop, coletas o moñas propias del samurái, fondos con el color de los papiros, dejando su impronta de diseñadora gráfica en esta serie que integran 40 obras, que no miden más de un metro y que le ha llevado más de un año de trabajo. Se llama «TNT aventuras en Japón».
A Cantabella, le llamaba la atención que el reportero belga, siempre en acción, no apareciera con mujeres, excepto Fiona, y según ella, de existir actualmente, no se podrían escribir estas historias sin mujeres. Para ella, Tintín es un personaje romántico que viaja a Japón para hacer turismo y quiere vivir su propia vida, sus aventuras amorosas a través de escenas eróticas propias del grabado japonés.
Pero Cantabella guarda un as bajo la manga…porque el arte en su opinión está hecho para transmitir mensajes…Debajo de esa apariencia amable, sin violencia, hay una crítica feroz contra el turismo sexual y el colonialismo.
Una obra con un punto subversivo, transgresor, que puede herir sensibilidades.
Recordemos que Tintín ha sufrido acusaciones de misógino, racista, colonialista, asexuado…
La obra de Cantabella siempre esconde una crítica de interés social sobre situaciones actuales que se está viviendo.
Me atrajo Tintín, la geisha, y el colorido, luego descubrí que eran escenas eróticas, una sorpresa, y finalmente se me puso cara de susto cuando me enteré que Tintín, mi héroe, vivía aventuras amorosas no licítas.
Pero yo quiero imaginarme que Tintín –ese infatigable reportero que busca justicia-, lucharía por erradicar esas dos lacras que asolan este mundo. No concibo que sea un hipócrita.
Para mí, mi querido Tintín, aunque me ha encantado verlo con una geisha, siempre será un personaje con valores y buenos sentimientos, periodista sagaz, que lucha contra el mal, inteligente, que combate mafias, tráfico de esclavos…Vital, valiente, curioso, independiente, siempre en defensa de los más necesitados, resolutivo, inocente…Ese es mi Tintín.
Paseando por detrás de la catedral, conocí la galería Babel, hace años, la cual visito habitualmente, y siempre me llamo la atención, la obra de Cantabella, muy original. Muy buena entrada.alfonso.
Muchas gracias Alfonso por tu apoyo. A los dos nos encanta Cantabella, una artista impactante con una enorme creatividad. Merece la pena seguirla.